GENE David EPC Artshop ©

En ocasiones tenemos una idea que parece ser inmutable en nuestro interior. Un concepto, y una concepción que finalmente se convierte en una lucha.

Este es el caso de Elisabeth Parris, la CEO de la empresa norteamericana de biotecnología BioViva USA Inc. situada al noroeste de Delaware.

Su idea es la concepción del envejecimiento como una enfermedad. Incluso, ella misma ha sido el propio «conejillo de indias» de la prometedora terapia de rejuvenecimiento desarrollada por su empresa. Y, que según los datos de los que actualmente disponemos: la paciente cero ha rejuvenecido veinte años.

A lo largo del siguiente artículo que extenderé en el libro: “Cuaderno de Ciencia” que publicará la editorial “Mr. D Books”, explicaré todo lo concerniente al envejecimiento, los nuevos tratamientos, y las mejores alternativas.
El envejecimiento

Si cualquiera de ustedes preguntan a alguna persona mayor con la que tengan una cierta relación sobre el envejecimiento de la población, no dudarán en decirles, que en la época de su juventud, pongamos que fuera hace 70 años: se consideraba ya una persona mayor, a una persona de 60 años. Y, que la esperanza de vida, era mucho más corta.

Piensen que en el año 1900 la esperanza de vida de una persona era de 48 años, actualmente se ha incrementado esa cifra aproximadamente 30 años. Hoy en día, la vida media de una persona ronda los 80 años.

Debido a los nuevos avances en el terreno de la medicina, y a nuestra mayor calidad de vida en términos generales, nuestra población es ciertamente una población envejecida, como consecuencia de la casi ausencia de natalidad en el primer y segundo mundo.

Los últimos datos de la OMS concluyen, que entre los años 2000 y 2050 los habitantes mayores de 60 años se habrán multiplicado por dos. E, interpolando los datos que poseen han concluido que entre el año 2016 y el año 2050 dentro del primer mundo, la cifra de ancianos que no podrán valerse por sí mismos se multiplicará por cuatro.

No obstante, y casi como una idea fundamental,las personas quieren vivir el mayor tiempo posible. Asunto, que es innegable dentro de nuestra condición humana.

Pero, ¿por qué envejecemos?

Lo primero que he de decir es que el envejecimiento es un proceso natural.

La teoría de los telómeros

Existen varias teorías acerca del envejecimiento, pero la más extendida y aceptada por la comunidad científica es la de los telómeros.

¿Qué son los telómeros?

Nuestras células tienen una capacidad de dividirse, y las estructuras que permiten hacerlo son los telómeros.

Realmente envejecemos, porque cada vez que el telómero se divide, este se acorta.

Cuando una célula se divide entre 40 y 50 veces, los telómeros se acortan demasiado: no pueden dividirse más, y la célula muere.

¿Cómo actúan los telómeros?

Imaginen que sus cromosomas son los cordones de sus zapatillas, y si siguen sus extremos encontrarán una especie de plástico protector.
Este plástico protector serían los telómeros, y su misión es proteger los extremos de los cromosomas.

En la ilustración que encabeza el artículo -que pueden encontrar en la web de la galería de arte “David EPC Artshop ©” https://goo.gl/ptGlv4 -pueden apreciar su disposición.

¿Cuánto tiempo podemos vivir biológicamente?

Los humanos estamos diseñados para vivir 120 años.

Deben pensar en nuestras células, como si fueran la batería de su «smartphone». Con la única diferencia, que esta batería es natural.

Hasta los 50 años esta batería lleva un desgaste normal, pero a partir de esa edad el desgaste de la misma comienza a ser exponencial – se acelera el proceso de agotamiento-.

¿Cómo desacelerar el proceso de envejecimiento “naturalmente“?

Tras cientos de estudios en los últimos años hemos llegado a una conclusión: y, es que nuestro envejecimiento depende en un 30% de factores genéticos y en un 70% de factores ambientales.

Dentro de estos factores ambientales influye: el tipo de trabajo, el estilo de vida, y el más importante: la alimentación.

Como cité anteriormente, las células terminan muriendo: tienen una edad cronológica.

Hemos comprobado recientemente, que muchos individuos de 25 años tienen una edad biológica superior a 40 años.

Desaceleración del proceso de envejecimiento “artificialmente»

La terapia génica restaurativa

E. Parris se sometió a una terapia génica restaurativa, que comenzó en septiembre del 2015, y concluyó en marzo de este mismo año 2016.

Una terapia génica por definición: es un tratamiento médico que consiste en manipular la información genética de células enfermas para corregir un defecto genético o para dotar a las células de una nueva función que les permita superar una alteración.

En este caso, la terapia es restaurativa, que también por definición: es aquélla cuya finalidad es la rápida restauración de la salud.

Con lo que ustedes supondrán que la empresa BioViva, manipuló la información genética de sus células.

Pero, ¿cómo lo hizo?

Mediante dos terapias experimentales aplicadas en forma de inyecciones

A continuación, les describiré cuál era el contenido de esas inyecciones. No sin antes reseñar que esta es la primera vez en la que se aplica este tipo de terapia en un ser humano. Anteriormente se habían realizado, bien en células cultivadas, o bien en ratones.

El diseño lógico de las inyecciones

Si ustedes realizaran las inyecciones, aunque no supieran nada acerca de biomedicina o biotecnología; en dichas inyecciones introducirían material genético asociado a contrarrestar los efectos inherentes a la edad.

Pues, lógicamente la empresa BioViva hizo lo mismo en las dos tandas de terapias.

En primer lugar, trató de contrarrestar la pérdida de masa muscular asociada a la edad, o sarcopenia. Que nombraremos inyección uno.

Y, en segundo lugar trató de inyectar material genético que produjera más telomerasa. Esta a su vez, la nombraremos inyección dos.

El contenido de las inyecciones

Inyección uno: «La terapia del crecimiento muscular».

Se introdujo el gen folistatina, este es el antagonista de la miostanina. Este gen ya se había constatado que aumentaba el crecimiento muscular en los primates y ratones.

No obstante, en el año 2015 un estudio concluyó que al elevar los niveles de folistatina en ciertos músculos, se eleva a su vez la esperanza de vida de los enfermos de SMA, o atrofia muscular espinal.

Inyección dos: «La terapia del reloj del envejecimiento».

Se inyectó un virus con material genético favorecedor de la producción de telomerasa, que es la hormona que actúa sobre los telómeros y esta es la que permitió elongar los telómeros.

La precursora de esta terapia génica es española

Esta terapia que en este año está revolucionando el mundo, debido a su excelente publicitación tiene su origen en España.

Tuvo su origen en el CNIO – Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas -, y la investigación fue llevada a cabo en el año 2012 por la directora del propio centro, María Blasco.

En dicha investigación se quiso alargar la vida media de los ratones, y se consiguió alargar su vida media en un 20 %.

Para dicho logro, se introdujo un virus modificado que depositaba el gen de la telomerasa en las células de los ratones. Al igual que han utilizado en esta última terapia del año 2016.

La primera terapia génica de la historia y el medicamento más caro del mundo

Este será el próximo artículo semanal que publicaré en prensa. Les resumiré que la primera terapia génica llegó a Europa a medidos del 2013, con el fármaco Glybera (alipogene tiparvovec) del laboratorio holandés Uniqure, para tratar la deficiencia de la lipoproteína lipasa (LPL), y su precio ronda los 1.1 millones de euros.

¿Cómo comprobaron los resultados?

Llegaron a la conclusión de que la paciente cero, era biológicamente más joven porque sus telómeros se habían alargado en la proporción de 20 años.

Para ello midieron el largo de los telómeros de las células de los glóbulos blancos tipo linfocitos T, y les compararon con el banco de datos de las personas de la misma edad de la población norteamericana.

Tras la terapia, los telómeros habían pasado de tener 6.71 kilobases antes de la terapia a 7.33 kilobases tras la misma.

1 kilobase corresponde a mil pares de bases.

Concluyendo así, que los leucocitos habrían rejuvenecidos.

Principales avances y futuros milagros médicos

Si esta investigación finalmente se homologa, y se desarrolla con una población más grande de individuos. Este «rejuvenecimiento» de los leucocitos, sería una nueva vía para la aplicación inminente en tejidos y órganos.

Cuando trabajamos dentro de las nuevas terapias, nos topamos con la ética.

Dentro de cada país disponemos de unas normativas diferentes, respecto a las mismas.

En el caso de esta nueva terapia la Starup: BioViva.

Startup podría definirse como una empresa de nueva creación que presenta unas grandes posibilidades de crecimiento y, en ocasiones, un modelo de negocio escalable.

Esta tuvo que «emigrar» a Colombia para poder realizar la terapia. Ya que, la máxima responsable de las normativas de su país la FDA – Agencia de Alimentos y Medicamentos -, prohíbe tajantemente las pruebas en humanos.

No obstante, las autoridades norteamericanas, tras los prometedores resultados, están evaluando la autorización de la misma. Ya que, la FDA, no considera al envejecimiento como una enfermedad.

El envejecimiento en hombres y mujeres

Basándome en un artículo que publiqué en el año 2011 sobre los datos obtenidos por el Instituto de la Mujer de España.

Si bien ellas viven más -tienen una esperanza de vida de 83, 5 años-, cuando se considera la buena salud, las perspectivas de los hombres son mejores: 56.3 años versus 53.9.

La longevidad en las mujeres suele acompañarse de discapacidad, lo que genera un marcado detrimento de la calidad de vida.

El número de mujeres con algún problema crónico alcanza el 77.2%, mientras que en los hombres esa parcialidad llega al 64.6 %.

Por otro lado, se dio a conocer que a partir de los 16 años un 28.3% de la parcialidad femenina reconoce que esos problemas de salud limitan sus actividades habituales.

Finalmente, según el estudio, es 1.8 veces más posible que una mujer presente algún problema crónico en comparación con un hombre.

Y, como otros datos adicionales.

En líneas generales los hombres tienen conductas menos saludables que las mujeres, entre las cuales se destaca consumir alcohol o cigarrillos.

Las mujeres jóvenes no duermen la cantidad de horas necesarias para tener un buen descanso, y hacen menos actividad física que los hombres de la misma edad.

Las mujeres van más al médico que los hombres, aunque también suelen recurrir mucho más que ellos a los medicamentos, sean recetados o no.

Miscelánea

Esta terapia que todos en nuestro ámbito comenzamos a seguir atentamente desde que se publicara en la revista Nature, el 15 de septiembre del 2015: promete unos buenos resultados a medio plazo.
No obstante, aún tenemos que esperar a resultados verdaderamente contrastados.

La aplicación más interesante, y realmente importante sería la del rejuvenecimiento de órganos y tejidos. Esto, nos abriría una infinita vía de trabajo para todo tipo de trasplantes e intervenciones en las que necesitamos convenientemente «tejido joven».

Si bien, hablé de la ética anteriormente. Ningún ser humano en sus plenos cabales, quiere morir. Realmente no llegamos a aceptar a la muerte como un resultado final innegable. Por ende, los humanos al llegar a una avanzada edad tienden a extender la vida en algunos casos, llegando a vivir con una calidad de vida pésima.

Pero, planteensé la siguiente cuestión: si con los datos que disponemos de una población envejecida. Todos los cambios, las nuevas ideas, los nuevos talentos, las nuevas teorías, las nuevas obras. En definitiva, todas las nuevas generaciones del pensamiento, se irán alargando paulatinamente. Y, con ello tendremos una población menos novedosa. Finalmente, con los siglos serán menores todas las nuevas y diferentes corrientes, terminando por ser evoluciones constantes de un mismo pensamiento primigenio.

 

 

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