«La guerra es el arte de destruir a los hombres,
la política es el arte de engañarlos».
Jean Le Rond d’Alembert
En estos últimos meses muchas personas me han preguntado sobre la guerra de Ucrania, y curiosamente no han sido preguntas de índole económico. Parece que en estos tiempos en lo que todo está polarizado, se nos olvida que todo por muy blanco o negro que nos parezca: es simplemente gris.
A lo largo de este artículo, les voy a explicar lo complicado que es detener algo que no tiene explicación alguna en este siglo. Y, es que la única lógica posible ante una guerra, es que la misma no exista.
El bloqueo comercial ruso
Las sanciones hicieron que más de mil empresas hayan abandonado Rusia, y aproximadamente un 75% de las entidades financieras rusas han sido desconectadas del sistema Swift (plataforma internacional de pagos interbancarios).
Rusia está bloqueada comercialmente con Occidente.
Tras las sanciones internacionales impuestas tras la invasión de Ucrania, Rusia que se nutría de los componentes para fabricar semiconductores de los mercados asiáticos, norteamericanos y europeos se ha llegado a reducir un 85% las importaciones de los mismos.
Los seres humanos estamos predestinados a la supervivencia. Y, para sobrevivir principalmente se necesita ingenio.
La evasión del bloqueo comercial
Muchos hogares rusos necesitan frigoríficos, lavavajillas, y extractores de leche materna.
¿Pueden conseguir estos electrodomésticos los ciudadanos rusos?
Evidentemente, sí. Rusia se está saltando el bloqueo gracias a dos países: Armenia, y Kazajistán.
Los datos de Eurostat
Eurostat es la Oficina Europea de Estadística, dirigida desde 2017 por Mariana Kotzeva: una estadística y econometrista búlgara.
Kazajistán, país con fuertes relaciones con Rusia, ha importado hasta agosto 21,4 millones de frigoríficos: el triple que el año pasado.
Armenia, país que posee estrechos vínculos de seguridad con Rusia, ha importado más del doble de lavadoras de países miembros de la UE este año.
Armenia, cuya tasa de natalidad se está desplomando, multiplicó por 6 sus compras de extractores de leche materna.
Armenia y Kazajistán
Los dos países forman parte de la Unión Económica Euroasiática, en la que también se encuentra Rusia.
Pertenecer a la Unión Económica Euroasiática permite entre países que se puedan transportar electrodomésticos sin la necesidad de pasar por aduanas, se evitan así las sanciones por parte de las empresas.
Los electrodomésticos y la guerra
Si la importación de estos electrodomésticos de gama blanca fuera para los ciudadanos rusos, no habría ningún problema ético al respecto.
Pero, con esos electrodomésticos el gobierno ruso puede extraer sus chips.
El acceso a los componentes electrónicos vitales permite poder seguir construyendo armas.
Rusia siempre ha tenido muy poca capacidad para fabricar semiconductores esenciales para el funcionamiento de cualquier dispositivo electrónico, ya sea un electrodoméstico, un tanque, o un caza.
Los chips son necesarios para desarrollar equipos militares, desde los más básicos -radios y armas – hasta los más avanzados – sistemas de misiles, aviones de combate y submarinos-.
Con estas importaciones de electrodomésticos, lo que están logrando son piezas de reemplazo para su maquinaria armamentística.
¿Bulo o realidad?
En estos tiempos que están henchidos de subjetividades, carentes de todo espíritu crítico, y extremadamente polarizados; ustedes deben utilizar para el análisis siempre los datos, y las pruebas.
Los datos proporcionados por la agencia Eurostat -Oficina Europea de Estadística- son nítidos. Pero la prueba concluyente es que las tropas rusas tras su retirada de la región de Kiev, dejaron una ingente cantidad de material destruido. En ese material se pudo encontrar a su vez, una ingente cantidad de chips provenientes de electrodomésticos.
Miscelánea
Muchos políticos europeos subjetivados por unos votos también subjetivados, quieren imponer más restricciones a Rusia para así poder evitar la compra de más electrodomésticos por parte del Kremlin.
Estos políticos estériles, y sin formación de ningún tipo desconocen que tanto Armenia como Kazajistán forman parte de la Unión Económica Euroasiática.
Pertenecer a la Unión Económica Euroasiática permite entre países que se puedan transportar electrodomésticos sin la necesidad de pasar por aduanas.
Estos políticos estériles, deberían aunar sus esfuerzos por intentar que concluya una guerra orquestada por países terceros que no pertenecen al viejo continente.
«Las guerras
nunca terminan
cuando se van los tanques». David EPC
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