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Esta cuestión aparentemente tan evidente, no tenía una explicación hasta hace unos días, concretamente hasta el 19 de febrero del 2017. Y, dicha explicación se la debemos a la científica de la Universidad de Calgary, Canadá: Amanda Melin
Y, la respuesta a la pregunta es: que vemos en color gracias a la fruta.
Amanda Melin acaba de publicar este trabajo en la prestigiosa revista Science, y de exponerlo en la reunión anual de Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) celebrada en Boston.
Hasta la fecha de hoy conocíamos la explicación respecto a la percepción de los colores. Pero, no comprendíamos cómo surgió la visión en color durante el proceso evolutivo, ni cual era el fin de la “visión en colores”.
¿Cómo se forman los colores en nuestro ojo?
Los colores se miden por longitudes de onda. Los humanos podemos ver entre las longitudes de onda de 380 nanómetros a 780 nanómetros – 1 nanómetro (nm) equivale a una millonésima parte de un milímetro – . Este rango de longitudes de onda se denomina espectro visible, más allá de los 380 nm correspondería al ultravioleta, a la par que más allá de los 780 nm correspondería al infrarrojo.
Cualquier color en que estén pensando en este momento, le corresponde una longitud de onda exacta.
Ahora y más que nunca, nuestro entorno está circundado por una infinidad de ondas, que literalmente nos atraviesan constantemente (luz, sonido, ondas de radio, televisión, telefonía móvil, WiFi, etc).
De todas estas ondas que llegan a nuestra retina, los millones de células llamadas fotorreceptoras – conos y bastones – , que son las células más especializadas y complejas de nuestro cuerpo, solamente captan la parte correspondiente al espectro de luz visible.
¿Por qué percibimos los colores?
Para explicar esto, voy a suponer que tengo condiciones de buena iluminación en el entorno. Tengo lo que se denomina “visión fotópica”, los responsables de la misma son los conos.
Al llegar la radiación a la retina penetra en la misma, y allí se recoge parte del espectro de luz. Los conos poseen tres tipos de cromoproteínas llamadas iodopsinas, tienen pigmentos específicos para capturar los colores rojo, verde y azul (debido a la teoría tricromática de Yung-Helmholtz).
Recuerden que vemos todos los colores gracias a nuestra visión tricromática.
Una vez que se han capturado dichos colores, y mediante el efecto fotoeléctrico estas ondas se transforman en impulsos nerviosos. Dichos impulsos viajan velozmente mediante los nervios ópticos, hasta llegar al cerebro donde se genera la sensación de color.
En el caso de que la iluminación sea escasa tenemos lo que se denomina “visión escotópica”, los encargados de la recogida de la información son los conos mediante el pigmento rodopsina, que es una proteína transmembranal capaz de absorber todas las longitudes de onda.
Curiosamente, no tenemos la misma cantidad de fotorreceptores para todos los colores, los correspondientes al color rojo son mayoría.
En nuestra visión, el sistema “conos-bastones”, tiene que estar perfectamente equilibrado. Si este no fuera el caso, se producirían fenómenos como el daltonismo: donde el sujeto no aprecia correctamente la gama de colores, confundiendo así los colores rojos y verdes.
Y, vimos en color gracias a la fruta.
El experimento
La doctora Melin se fue a los bosques de Puerto Rico para observar a 80 macacos salvajes.
Los macacos salvajes fueron elegidos para el estudio, debido a que pueden presentar una diferencia genética. Estos primates pueden tener visión tanto bicromática, como tricromática. Y, es que algunos de ellos a lo largo de la evolución, durante el periodo mesozoico perdieron uno de los conos de la retina (visión bicromática).
Allí hicieron simulaciones por ordenador de su aparato visual, e identificaron exhaustivamente la visión en los primates, además de en tupayas, dermópteros y otros mamíferos menores.
Las tupayas son el grupo más cercano a los primates, después de los dermópteros.
Finalizado el estudio se concluyó que los que tenían visión tricromática, encontraban más fácilmente los frutos maduros y las hojas más verdes.
Ergo, evolutivamente podemos explicar nuestra visión en color, como una adaptación evolutiva.
Pero, el estudio dio un resultado adicional muy interesante: el daltonismo.
Resultó que los animales con daltonismo veían mejor los objetos camuflados, ya que se pueden distinguir mejor tanto las texturas como los bordes. Lo que implicaría a su vez que el daltonismo podría considerarse también como una adaptación evolutiva.
Miscelánea
El color es una sensación subjetiva. Y, es tan subjetiva que si a cada una de las personas que habitan este planeta, aproximadamente 7000 millones, les diéramos una tarjeta impresa con el mismo color, cada una de ellas “interpretaría” un color diferente.
Esto ocurre porque el proceso de identificación del color depende tanto del cerebro como del globo ocular, y este proceso es diferente para todos y cada uno de los individuos que pueblan el planeta azul.
¿Qué es el ser ante el color del mundo? El color del mundo es mayor que el sentimiento del hombre. Juan Ramón Jiménez.
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Muchos de ustedes se habrán detenido en realizar una simple comprobación mientras conducen: y, es que la velocidad de su cuentakilómetros (velocímetro), y la velocidad que indica su GPS no es la misma.
Puesto que las multas de tráfico por exceso de velocidad se han endurecido en los últimos años, querrán saber cual es la velocidad real a la que circulan.
La velocidad real a la que circulan, no es la que indica ni su GPS, ni su velocímetro.
EL PRIMER VELOCÍMETRO
El primer velocímetro eléctrico fue inventado y diseñado en 1888, por el inventor croata Josip Belušić .
Este patentó su invento con el nombre de «velocímetro».
En la Exposición Universal de París de 1889 expuso su invento, y lo rebautizó con el nombre de «Controllore Automatico per Vetture». Tras un concurso con más de 120 en la competencia, el velocímetro de Josip salió ganador. Y, desde entonces se aceptó como el más exacto y fiable.
¿QUÉ VELOCIDAD MARCA SU VELOCÍMETRO?
No importa cual sea el modelo de coche que maneje, la lectura que marca el mismo siempre es superior a la real.
Actualmente las normas de homologación de los países de la Unión Europea, tienen un margen de error máximo.
Tabla de márgenes de error máximo
Tras cientos de pruebas con miles de vehículos realizadas en laboratorios independientes, se llegó a concluir que el error medio de los velocímetros era de aproximadamente el 8%.
Como curiosidad les indicaré que los velocímetros con un menor error corresponden a los siguientes modelos:
Los de mayor imprecisión corresponden a estos modelos:
Error medio > 10 %: Kia Sorento 2.5 CRDi, Mercedes CLK Coupé 63 AMG, Hyundai Coupé 2.7 V6 GK y Fiat Grande Punto 1.4 Dynamic 5p.
Los de menor imprecisión corresponden a estos modelos:
Error medio < 2 %: Opel Vectra 1.9 CDTi/150 Cosmo 5p, Audi A6 Avant 2.7 TDi, Peugeot 207 1.6 THP/150 GT 3p, Toyota Yaris 1.3 Sol 5p automático, y Alfa Spider 2.4 JTD Q-Tronic.
A continuación, les explicaré a que se deben todas estas imprecisiones, y como calcular la velocidad exacta a la que circulan.
LOS VELOCÍMETROS Y SUS IMPRECISIONES
Existen muchos mitos respecto a lo que realmente marca su velocímetro: 4%, 10%; si son mejores analógicos o digitales, tracciones traseras o delanteras, etc.
Un velocímetro realmente mide la rotación del eje secundario del eje de cambios, véase la rotación de la rueda del coche. Ésta, luego se extrapola mediante una fórmula matemática.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA IMPRECISIÓN DEL VELOCÍMETRO
LOS NEUMÁTICOS
La extrapolación de los datos de rotación mediante una fórmula matemática, dependen directamente de la presión del neumático.
Supongamos que ustedes incrementan la presión de los neumáticos, evidentemente el diámetro sería más grande con lo que en una revolución su vehículo recorrería una distancia mayor. Ergo, su velocidad sería mayor.
Si su neumático tuviera una presión inferior a la recomendada, su vehículo con la misma revolución recorrería menos distancia. Ergo, su velocidad sería menor.
Con los datos técnicos de que disponemos del laboratorio: 8 milímetros de menos en la presión del neumático cambiaría en 7 rps (revoluciones por segundo), lo que implicaría un cambio en la velocidad aproximadamente de 2 km/h.
En nuestro velocímetro también influye el desgaste de los neumáticos, y la común situación de portar una carga pesada – esta comprimiría el neumático -.
Los neumáticos de perfil bajo, tienen un error de medida inferior a los normales. Por ello, los coches deportivos tienen un menor error en la lectura de la velocidad real.
Y, finalmente he de reseñar que el desgaste de los neumáticos, también influye en el dato del velocímetro.
¿ES MÁS FIABLE UN VELOCÍMETRO DIGITAL QUE UNO ANALÓGICO?
Falso, es uno de los mitos que circulan.
No sólo no influye que sea digital, tampoco influye la marca del mismo, ni siquiera que el vehículo sea nuevo.
No obstante, hemos podido comprobar que coches con un periodo de uso superior a 20 años, y debido al desgaste del sistema mecánico del mismo; algunos tienen fallos de lectura de velocidad real siendo de 110 km/h, e indicando una velocidad de 140 km/h.
¿INFLUYE QUE EL COCHE SEA TRACCIÓN TRASERA?
Otro falso mito, el resultado del velocímetro sería igual de impreciso.
EL GPS TAMBIÉN ES IMPRECISO
El sistema de posicionamiento global, lo que calcula es la posición que tenemos a partir de las señales que recibimos de los satélites. Con estos datos mediante un algoritmo nuestro receptor GPS calcula la velocidad.
El Departamento de Defensa de EEUU entre los 60 y 70 del siglo pasado invirtió 12.000 millones de dólares para el desarrollo del sistema de navegación compuesto por 24 satélites, consiguiendo así el sistema de navegación más preciso del mundo.
Siendo el sistema más preciso del mundo, habrán comprobado que si buscan una dirección con su receptor GPS, esta tiene un desfase de aproximadamente 50 metros.
El GPS COMO VELOCÍMETRO
Si tratamos al GPS como velocímetro, el cálculo de la velocidad exacta tiene concretamente un segundo de retraso.
Y, esto implicaría un error en la velocidad indicada por el GPS de aproximadamente el 5%.
¿CÓMO SABER LA VELOCIDAD REAL A LA QUE CIRCULAMOS?
Sencillamente, para ello necesitamos una carretera plana con un tramo recto de 1 kilómetro, y un cronómetro.
Nos fijamos en las marcas preestablecidas (mojones), ponemos nuestro coche a la velocidad constante de 100 km/h. Posteriormente, anotamos el tiempo que hemos tardado en realizar el trayecto.
A ese tiempo obtenido, le realizamos la siguiente operación.
Supongamos que hayan tardado 36 segundos.
ERROR 0%
….. Y, así sucesivamente….
MISCELÁNEA
Si bien no han realizado la prueba para ver cual es el error exacto del velocímetro; y con los datos medios de que disponemos es más fiable el velocímetro del GPS, que el de su propio vehículo.
Sea como fuere, el margen de error de los radares ha cambiado en los últimos años. Incluso, los denominados «radares de tramo» tienen un error cero.
Pero, de esto les hablaré en otro artículo.
«Hay que ser precavido: es peligroso pensar que las cosas saldrán como a uno le conviene». Keigo Higashino.
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“Situar las siguientes cifras(1,2,3,4,5,6,7,8,9)
dentro del triángulo,
de tal manera
que la suma de los lados
sea igual a 17″.
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En el comienzo del mismo daré una explicación global con resultados completos
Al final del mismo anexaré los cálculos totalmente desarrollados para los estudiantes, y las personas con un amplio conocimiento científico, especialmente las familiarizadas con la asignatura “dinámica de fluidos” (asignatura que se estudia en varias carreras del campus científico universitario).
Este artículo lo extenderé en el libro “Cuaderno de Ciencia” que publicará la editorial “Mr. D Books”.
EL VOCABLO VAMPIRO A LO LARGO DE LA HISTORIA
El vocablo vampiro no fue utilizado primeramente por Bram Stoker, dicho vocablo le podemos encontrar como “vampir” anteriormente en bibliografía alemana. La primera vez que realmente fue utilizado el vocablo, lo hizo “Filóstrato el Viejo” en la “Vida de Apolonio de Tiana”. En uno de sus capítulos: “La novia de Corinto”, el autor describe como Apolonio descubre a una empusa -criatura mitológica que puede tomar forma humana-, que intentaba seducir a Menipo, estudiante de filosofía. Y, tras su desenmascaramiento, esta confiesa que se dedica a beber la sangre, y devorar a los jóvenes tras haberse acostado con ellos.
Este episodio de la literatura es de vital importancia por su transcendencia en toda la literatura gótica posterior. Personalmente, destaco “Lamia” -sinónimo de “Empusa”- poema de poeta romántico inglés John Keats, y el soneto del maestro Edgar Alan Poe “A la ciencia” de 1829.
EL VAMPIRO Y SU INFLUENCIA EN EL MUNDO DE LA LITERATURA Y DE LA CINEMATOGRAFÍA
El mito del vampiro nació con la novela que escribió Bram Stoker cuando contaba con cincuenta años de edad. Para la novela se inspiró ampliamente en el príncipe Vlad, conocido como “Vlad el Empalador”. Dicho príncipe vivió sus peripecias en el siglo XV y su reino era el reino de Valaquia. Valaquia con el tiempo se anexó a Moldavia y Transilvania constituyendo lo que ahora conocemos como Rumanía.
Un hecho muy reseñable es que Drácula en la lengua nativa de la remota Valaquia, significa diablo. Curiosamente, Stoker eligió dicha palabra para titular la novela por su sonoridad, desechando “Conde Wampyr”, que es como la tituló inicialmente.
Fue tal el éxito de la novela publicada en 1897, que su compatriota y coetáneo “Oscar Wilde”, dijo de la misma: “la novela más bella jamás escrita”.
No obstante, la primera aparición de Drácula no fue en la novela homónima, sino que fue en el relato del mismo autor: “El invitado de Drácula”, escrita paralelamente como una especie de cuaderno de notas mientras estaba confeccionando la novela.
Aunque el mito del vampiro, y la posterior poscultura gótica, se debe en su mayor parte a la película Drácula del año 1931 dirigida por Tod Browning, y protagonizada magistralmente por Béla Lugosi. Este actor, confirió a Drácula lo que podríamos definir como la seducción clásica del héroe trágico mortificado, creando así una pelicular humanización del personaje.
Curiosamente, no fue en 1931 la primera aparición cinematográfica de Drácula, sino que lo hizo en la gran pantalla nueve años antes de mano del sobresaliente director alemán Friedrich Wilhelm Murnau en su versión de Stoker, que tituló “Nosferatu”, una película muda protagonizada por el actor Max Schreck. El director de culto, Murnau cambió el título de la película con el fin de no pagar derechos de autor a la viuda que Bram Stoker, que en el momento del estreno contaba con 68 años de edad.
DATOS GENERALES DEL ESTUDIO Y CURIOSIDADES
Comenzaré por el siguiente supuesto, en nuestro organismo fluye un volumen de sangre entre 5 y 6 litros, a ese volumen total de sangre que fluye tanto en nuestro organismo, como de cualquier otra especie se denomina “volemia”.
Fórmula para calcular el volumen de sangre que poseemos
Nuestro volumen de sangre, es aproximadamente el 7, 7% de nuestro peso corporal. Luego para calcular el volumen, bastaría con dividir lo que nos indica nuestra báscula entre 13.
Aunque ustedes pensarán, si un individuo pesa 100 kg, debería poseer un volumen de sangre superior a 6 litros (7.69 litros), pero no es así, ya que la cantidad de grasa corporal del individuo influye de tal manera, que cuanto mas grasa tiene el individuo, menor es la proporción de sangre respecto a su peso.
LOS VAMPIROS NO NECESITAN TODA NUESTRA SANGRE
Utilizaremos la siguiente hipótesis, que los vampiros sólo necesitan el 15% del volumen de nuestra sangre.
¿Por qué el 15% de nuestra sangre?
Si el supuesto vampiro tomara más de este porcentaje de volumen de sangre, mataría a su víctima. Ya que cuando la pérdida de sangre supera ese volumen, el ritmo cardíaco comienza a disminuir y comenzarían una serie de cambios notables en el sistema cardiovascular. Hasta ese volumen, el vampiro tendría la energía vital de sus víctimas.
Con lo que si suponemos que el individuo posee un volumen de 5 litros de sangre en su organismo, y el vampiro requiere de un 15% de su volumen, haremos nuestro cálculo con un volumen de 0.75 litros.
¿Cuál es la parte del cuello que muerde el vampiro?
La parte del cuello que muerde el vampiro es la parte frontal del cuello, bajo el ángulo del mentón (véase donde se toma el pulso carotídeo).
Y, muerde exactamente en la arteria carótida externa.
¿De qué tamaño son los agujeros de los colmillos de un vampiro?
Suponemos por medidas producidas por colmillos de diferentes especies animales, que serán de aproximadamente 0.5 mm de diámetro.
¿Cuál es la densidad de nuestra sangre?
La densidad de nuestra sangre, una vez extraída mediante los colmillos de los vampiros y suponiendo esa la temperatura ambiente sería de 1060 kg/m3.
RESULTADO FINAL
Tras los supuestos anteriores y desarrollando los cálculos del estudio de la Universidad de Leicester, por su “departamento de Física y Astronomía”; y añadiré al respecto que en algunos de los cálculos tomé un decimal, o dos de redondeo, para que puedan seguir los mismos resultados obtenidos por los colegas de Leicester.
El tiempo que tardaría un vampiro en absorber nuestra sangre sería exactamente de: “6 minutos y 20 segundos”.
CÁCULOS MATEMÁTICOS
MISCELÁNEA
La vida está plagada de sorpresas, de sueños y de pesadillas. No obstante, si alguna vez en sueños se sienten presas de un vampiro y este, hinca sus colmillos sobre su aorta, intente deshacerse de él antes de los 6 minutos y 20 segundos. Más tarde, sería presa de su poder.
Este contenido es un sumario del artículo que aparecerá en el libro “Cuaderno de Ciencia”, de “David EPC” que publicará próximamente la editorial “Mr. D BOOKS”.
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